REGENERACIÓN Y SOSTENIBILIDAD

Son Ermità y Binidufà, que en su día fueron propiedades agrícolas fundamentales del siglo xviii, cayeron lentamente en desuso. Por fortuna, como parte de un ambicioso proyecto de regeneración, hemos revitalizado estas propiedades hermanas para adaptarlas a la era moderna. Ahora, vuelven a brillar con luz y alegría mientras la biodiversidad de la finca sigue prosperando. Estamos plenamente convencidos de que viajar puede y debe ser una fuerza positiva.

Como en todos nuestros proyectos, reutilizamos los materiales siempre que nos fue posible o buscamos un equivalente local. Por supuesto, nos decantamos por materiales naturales como la piedra, la madera y los enlucidos de cal en lugar de los artificiales. En la medida de lo posible, evitamos utilizar cemento. Para preservar el carácter de cada edificio fuimos meticulosos y recurrimos a canteros y carpinteros formados en métodos tradicionales como la sillería, una técnica ancestral para cortar piedra que se remonta a la antigua Grecia, Egipto y Perú, y a técnicas de piedra y mortero. Al respetar las proporciones originales del edificio, los materiales, los colores, la sensación de espacio y el paisaje, hemos creado un ambiente íntimo, perfecto para una agradable escapada en la naturaleza.

Desde las obras de arte que adornan las paredes hasta los sofás en los que se relaja, pasando por los delicados productos de baño y las sábanas en las que duerme, todos los elementos de nuestros hoteles están cuidadosamente seleccionados por su belleza, forma y funcionalidad. Seguimos manteniendo nuestra colaboración con Rowse para que pueda disfrutar de productos de belleza que sean tan buenos para el planeta como para usted.

Al estar situados en el salvaje norte de la isla, para nosotros era crucial trabajar en armonía con la tierra que nos rodea y mimetizarnos perfectamente con la naturaleza para integrarnos con discreción en nuestro escarpado entorno. Hemos plantado un total de 250 árboles en Binidufà y 85 en Son Ermità, entre los que se incluyen olivos, almendros, algarrobos, caquis, membrillos y albaricoqueros. Además, hemos plantado un gran número de arbustos mediterráneos, follaje, plantas y flores, incluyendo hileras de romero aromático silvestre.

Todo lo que plantamos son especies autóctonas que están adaptadas a las condiciones cálidas y secas, y se gestionan cuidadosamente para fomentar la biodiversidad. Contamos ya con huertos frutales, higueras y árboles maduros, entre ellos una colección de olivos milenarios que guían a los huéspedes por la finca, por lo que protegemos la preciada agua mediante un sistema de riego por goteo. Además de atraer a pájaros, pequeños animales e insectos polinizadores, nuestros árboles crean espacios sombreados y tranquilos para su disfrute. De esta forma, la naturaleza fluye sin esfuerzo entre el interior y el exterior, y ofrece una experiencia perfecta para relajarse.

En una isla rica en agricultura y tan fértil como Menorca, tenemos la suerte de disfrutar de un fácil acceso a una gran variedad de productos frescos y de calidad, lo que nos permite abastecernos de productos locales en la medida de lo posible. Así mismo, nuestro equipo procede en su mayoría de la isla y de la España peninsular para garantizar que su experiencia se base en la cultura y la autenticidad locales.

Nuestros equipos culinarios, bajo la supervisión del chef ejecutivo Joan Bagur, fomentan las relaciones con los ganaderos, pescadores, agricultores y productores locales para ofrecerle el mejor sabor de Menorca. En temporada, también servimos frutas y verduras ecológicas de nuestra propia finca.